Gran Canaria, camino de emociones. Entremezcla naturaleza con ciudad cultural, cosmopolita. Gastronomía tradicional, nuestra comercialización turística se manifiesta en la puesta en valor de nuestros recursos naturales, destino, el nuestro, de paisajes, inmensas playas con carácter, Las Dunas. Barrancos y montes de Serinus canaria. Gran Canaria, pequeño continente.
Los canariones-as nos mostramos orgullosos de nuestra Isla, somos gente amable, conversadores, de mente abierta. En nuestra sangre, la de los castellanos, conquistadores, colonos, todo, regado con la sangre aborigen. Dispuestos siempre a ayudar y enseñar nuestra cultura e Isla.
La isla de Gran Canaria es la tercera en extensión y la segunda en población del archipiélago canario. Foma junto con las islas de Fuerteventura, Lanzarote y las islas e islotes del Archipiélago Chinijo, la provincia de Las Palmas con capital en Las Palmas de Gran Canaria.
De origen volcánico, como el resto de las islas, Gran Canaria reúne en sus 1.560 kilómetros cuadrados de superficie y 236 kilómetros de longitud de costa, buena parte de los variados paisajes de Canarias: desde lo agreste de sus cumbres hasta las extensas playas de Maspalomas, pasando por la feracidad de sus medianías. Este hecho y la diversidad de su clima le ha valido el calificativo de "continente en miniatura". La característica física más emblemática de Gran Canaria es su redondez, distorsionada por una pequeña península de unos 12 kilómetros cuadrados situada al nordeste (La Isleta) unida al resto de la isla por un istmo arenoso sobre el que se asienta la capital insular, Las Palmas de Gran Canaria. La altitud máxima insular se sitúa en el Pico de Las Nieves, en el mismo centro de Gran Canaria, con 1.949 m. Desde estas alturas y hasta la costa, la isla está surcada radialmente por profundos barrancos, en los que se exhibe un paisaje diferente dominado por la silueta del Roque Nublo, símbolo natural de la isla.
Gran Canaria es Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO el 29 de junio de 2005 abarcando un 46% del territorio terrestre y 100.458 hectáreas de zona marina.
El paisaje insular modelado por el viento y el mar, como esencia y contrapunto el mar, eterno y luminoso, su pureza e intenso azul, espumas, salitres, alisios, ocasionales y violentos vendavales, todos, talladores artesanos de orografía, deleite de miradas isleñas.
Nuestro día a día protagonizado por la condición isleña y la permanente influencia del mar.